La encrucijada de Mercedes en Fórmula 1


    Historias que se repiten. Catastrofismo en el seno del equipo Mercedes de Fórmula 1 tras los test de Bahréin. Desde el “hemos repetido los errores del año pasado” al “hay que cambiar de concepto”. El W14 parecía un proyecto destinado a ir a la basura después de que sus dos pilotos, Lewis Hamilton y George Russell, se quejarán de su rendimiento.

    Mercedes W14, dudas de rendimiento

    Los chicos de Toto Wolff han jugado a su habitual despiste, siendo la parte que más se repite la de que al monoplaza le falta carga en la parte trasera para que los pilotos, especialmente Hamilton, se sientan más cómodos. ¿Por qué repetir en 2023 con un concepto que no dio el rendimiento deseado en 2022? Desde Mercedes explicaban que había razones para creer que la línea de los pontones minimalistas podía tener potencial.

    Así lo indicaba el pasado curso donde durante todo el año fueron de menos a más, especialmente cuando el ‘porpoising’ empezó a estar más controlado. Mercedes no solo se volvió habitual del podio sino que pudo ganar con solvencia en Brasil e incluso disputarle el subcampeonato a Ferrari en las últimas careras.

    Y esto mismo es lo que ha sucedido este año en un periodo de tiempo muy inferior. Lo que en Bahréin era un vehículo catastrófico que había que tirar a la basura y construir uno nuevo, en Arabia Saudí, segunda carrera de la temporada, ya empezó a mostrar cierto potencial. El mismo que en 2022 les llevó a seguir confiando en este diseño minimalista.

    Ambos Mercedes superaron con solvencia a los Ferrari y también parecían ser capaces de hacer lo propio con el Aston Martin de Lance Stroll, que se perdió en su batalla con Carlos Sainz antes de que aparecieran los problemas de fiabilidad. Y esa es la realidad. Aunque las quejas han sido sonoras y la decepción se ha hecho notar, con un vehículo con el que no se sienten cómodos, Russell fue cuarto, con un podio durante tres horas, y Hamilton ha repetido dos veces la quinta posición.

    Una realidad que choca frontalmente con las declaraciones de Hamilton el sábado en las que tiraba la toalla afirmando que nada de lo que hacía funcionaba, que el monoplaza no era válido. Pero en rendimiento puro, al final el que juega en otra liga es Red Bull. El resto, están, más igualado de lo que pueda parecer, y más que estará cuando todo el mundo ponga a punto sus monoplazas y se llegue a circuitos más convencionales.

    Mercedes de F1 para 2024

    Y aquí es donde comienza la encrucijada de Mercedes. Al contrario de lo que parece, el programa de desarrollo de 2023 está definido, y se sabe la fecha de cuándo se van a recibir las próximas actualizaciones, igual que se sabe que no va a haber un proyecto alternativo este año, simplemente porque el límite presupuestario lo impide.

    Pero son unas fechas delicadas en las que el proyecto de 2024 debe tomar forma, y de momento, Mercedes está como a finales de la temporada pasada. Una línea diferente al resto, que no es dominante, pero que muestra potencial. Una decisión complicada, pues si en 2024 sigue sin funcionar, ya sea este mismo concepto o uno más similar al resto de equipos, la situación será dramática.

    Fuente: www.caranddriver.com

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