Red Bull no cree en su dominio en 2023


    Red Bull es el rival a batir. Son el equipo más poderoso. Tienen el coche más completo y el piloto más y veloz de la parrilla. Líderes de ambos campeonatos y con otro título al alcance de una o dos carreras. Con el neerlandés habiendo ganado su primer mundial en 2021, abraza su segundo entorchado, por lo que… ¿Puede ser este el (re) comienzo de una nueva era de dominio de Red Bull? No se puede saber el futuro, pero todo indica a que sí, aunque el equipo internamente no están muy convencidos de que se repita algo parecido a lo vivido con Vettel o el dominio abrumador de Mercedes.

    Con paso firme pero sin alardes

    Y es que se avecinan cambios en el reglamento para 2023 que se centrarán en los suelos de los monoplazas. Además, Red Bull, como campeones de Constructores, recibirán la menor cantidad de tiempo de túnel de viento de todos los equipos para desarrollar su próxima arma. Es el precio que deben pagar por ser los mejores con el objetivo de igualar la competición.

    El ingeniero jefe de Red Bull, Paul Monaghan se muestra contrariado: “El próximo año tendremos algunos cambios en las reglas y tenemos menos recursos que nuestros rivales en términos de aerodinámica u horas de túnel de viento y uso de CFD debido a nuestros resultados en el Campeonato“, explicó a Motorsport.com

    Tienen a los mejores desarrolladores, los hechos y datos están ahí, pero Monaghan señala que no se aventura a dar una imagen del equipo para 2023. “Podría argumentar en contra de que tenemos la mejor gente en nuestra fábrica, pero quizás sea una visión un poco egocéntrica. Entonces, no estoy seguro de que el desempeño de este año pueda trasladarse a 2023, no puedo decir que la recta final de esta temporada sea beneficiosa para nosotros el próximo año”, añade.

    Para continuar en la lucha por las victorias están obligados a preservar el nivel, cualquier relajación les pondría en desventaja con el resto y argumenta que no está seguro de mantener esta superioridad el próximo curso. “Tenemos que movernos al menos al ritmo de nuestros rivales. Tenemos que gestionar bien los cambios de reglas para la altura del borde del suelo, así como el cambio de rigidez, tratando de perder menos que nuestros rivales o al menos la misma cantidad. Obviamente, creo que seguiremos siendo competitivos el próximo año. Pero si la pregunta es si podemos repetir lo que estamos haciendo ahora, no estoy seguro“, afirma.

    Aún así está convencido que el trabajo va a ser muy duro para mantenerse al frente. “Haremos el mejor trabajo que podamos con algunas de las mejores personas en el pitlane, y luego juzgaremos lo que hemos podido hacer después de una, dos o tres carreras“, concluyó.

    ¿Otro dominio de Red Bull?

    La historia de la Fórmula 1 muestra una tendencia de ciertos equipos que gobiernan en ciertos periodos: Senna y Prost con McLaren Honda a finales de los años 80, Michael Schumacher y Ferrari en los primeros años de los 2000, Sebastian Vettel y Red Bull en esta segunda década y, más recientemente, Mercedes y Lewis Hamilton siendo las flechas plateadas el equipo con más títulos mundiales consecutivos, un total de ocho. En 2021 apareció Max Verstappen para quitar la corona al rey Lewis y su reinado parece que se va a alargar varios años. El invencible Max no quiere dejar de ganar, la sed de victoria va a más y es el piloto más fuerte de los 20.

    Sin embargo, hay un límite presupuestario, esta escala de I+D y los cambios masivos en las regulaciones de 2022, todo diseñado para agrupar el paquete y permitir que los coches los sigan más de cerca, creando una mayor cantidad de oportunidades de adelantamiento, por eso un dominio de una marca, algo que no gusta a la organización, está puesta en duda.

    Pero, si después de todo esto todavía vemos a Red Bull ejerciendo un poderío abrumador como este año pero ya en 2023, entonces todos estos cambios pensados para ofrecer más espectáculo de los que la Fórmula 1 habló, habrán quedado en un intento de resultado.

    Fuente: www.caranddriver.com

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